Pros y contras Goya 2023 – Mejor Actriz Protagonista

La categoría de Mejor Actriz presenta un quinteto impecable con cinco interpretaciones de un nivel altísimo. Laia Costa es la gran favorita para hacerse con el Goya en su primer intento, con Marina Foïs pisando los talones apoyada por la fortaleza de su película. Repasamos los pros y contras de las nominadas:

ANNA CASTILLO, por Girasoles silvestres

4ª nominación / 1 Goya

A favor: Con permiso de Natalia de Molina, es la actriz de su generación más apreciada por la Academia, además de una actriz muy popular entre el público. Logra su primera candidatura como protagonista gracias a una nueva muestra de cómo está creciendo como actriz. En la película de Rosales la vemos experimentar todo tipo de emociones en función de la pareja que le acompaña durante cada episodio, demostrando que a su ya conocida espontaneidad desbordante ha sumado un amplio catálogo de registros dramáticos. Castillo insufla vida a un personaje imperfecto, consiguiendo que la entendamos a pesar de la toma de tantas malas decisiones. Nos conmueve la incomodidad que transmite en la escena del karaoke ante el desplante sufrido, permitiéndonos ver todo lo que se le pasa por la cabeza sin necesidad de hablar. Asume secuencias duras, encerrada en una relación tóxica que llega hasta la violencia física. Y sobre todo, resulta profundamente humana en la escena del episodio final en la que su desesperación y su frustración terminan por explotar y se derrumba. Es el alma de una película que gira en su totalidad en torno a ella.

En contra: No es frecuente que la mayor losa de una candidata provenga del propio director de la película, que involuntariamente ha boicoteado las opciones de “Girasoles silvestres” con sus desafortunadas declaraciones durante la campaña de promoción, incluida esa desconcertante rueda de prensa en el festival de San Sebastián. La de Castillo es la única nominación de su película. En lo que llevamos de siglo ha habido en esta categoría otras diez nominaciones solitarias como la suya y solamente una (la de Susi Sánchez por “La enfermedad del domingo”) acabó materializándose en premio.

LAIA COSTA, por Cinco lobitos

1ª nominación

A favor: Ha logrado la victoria tanto en los Forqué como en los Feroz, una dupla que hasta ahora se ha demostrado imbatible: todas las actrices ganadoras de ambos precursores se llevaron posteriormente el Goya a casa. Su interpretación en “Cinco lobitos” como madre primeriza que descubre que puede que la maternidad no sea tan bonita como había imaginado es tan realista que duele. Laia transmite a la perfección su agobio ante una situación que la sobrepasa, con una rabia interiorizada. Sobrecoge cómo tras la caída de su bebé es capaz de transmitir la angustia que lleva metida dentro por esa sensación de culpa que no es capaz de quitar hasta escuchar una de esas frases contundentes de su madre. Según avanza la película y su Amaia debe asumir un nuevo rol en su relación con sus padres, su interpretación se vuelve más sutil plasmando con precisión miedos ante tesituras en las que no sabemos bien cómo actuar, o contradicciones inherentes al ser humano. La escena en la que promete a su padre llamarle todos los días es un buen ejemplo de cómo transmitir emoción sin excesos melodramáticos y una muestra de un trabajo impecable.

En contra: El hecho de que en esta última década Costa haya trabajado en Alemania, Argentina o Estados Unidos sin que el cine español haya sido capaz de ofrecerla más que un insignificante papel en “Palmeras en la nieve” refleja que nuestra industria no sabe bien qué hacer con ella. Laia corre el riesgo de verse derrotada por otras intérpretes mucho más introducidas en nuestro cine.

MARINA FOÏS, por As Bestas

1ª nominación

A favor: Suyo es el personaje más fascinante de la película, y el que provoca que “As bestas” crezca en nuestro recuerdo tras verla. Espléndida en una interpretación en la que nos recuerda a la gran Charlotte Rampling, convierte a su Olga en una verdadera heroína, con una resistencia admirable y todo un ejemplo de empoderamiento. El miedo que reflejan sus ojos en la escena nocturna dentro del coche da paso conforme avanza la historia a una transformación interior en la que Foïs transmite una melancolía enquistada que va superando con aplomo y seguridad. En su expresión fuerte mientras camina por el bosque advertimos su convicción y persistencia, y en la escena que borda enfrentándose a un ganadero por la compra de sus ovejas confirmamos la evolución de su interpretación.  Además, supera con nota el reto de interpretar gran parte de sus escenas en castellano pese a no hablarlo. El guion le reserva dos momentos cumbre en los últimos minutos de la cinta que terminan de dejar el sabor de boca. La desgarradora escena en la que acude a visitar a su vecina culmina la dignidad y serenidad que aporta a su personaje. Y un último primer plano en el que la media sonrisa que aflora en su rostro nos reconforta y nos libera de la tensión acumulada durante el visionado de la película.

En contra: Kidman, Weisz, Polley, Watts, Mortimer, Binoche, Hayek… La lista de nominadas internacionales en la categoría de mejor actriz es ya muy amplia, pero la de ganadoras permanece inalterable: ninguna. Tampoco le beneficia haberse llevado el CEC a la mejor actriz, un premio que ha diferido de los Goya en tres de las últimas cuatro ediciones. La firme decisión que toma su personaje es tan drástica que puede que al igual que le ocurre a su hija en la película, muchos votantes no terminen de comprender su comportamiento.

BÁRBARA LENNIE, por Los renglones torcidos de Dios

5ª nominación / 1 Goya

A favor: Cuesta imaginar una opción mejor para encarnar un personaje tan jugoso como el de Alice Gould. Lennie no se deja amendrentar por el reto mayúsculo de dar vida a la protagonista de la novela de Torcuato Luca de Tena y da lo mejor de sí misma en una interpretación con una doble vertiente. Por un lado la vemos en su glamouroso rol de ricachona desbordando una altivez que la lleva a unos enfrentamientos dialécticos de primer nivel con los psiquiatras. La agilidad en sus réplicas al test al que es sometida al comienzo de su internamiento, tan difícil de conseguir, mantiene al espectador absorto ante su carisma, y lamenta cada vez que pronuncia ese “acotado de caza”. Por otro lado, su interpretación transita hacia la locura como paciente desesperada por conseguir la libertad y le permite mostrar su lado más sufriente y desesperado, con un primer plano final que se queda en el recuerdo. Su trabajo es el más magnético de las candidatas: podríamos estar horas viéndola bailar ese “Summer wine”.

En contra: No nos engañemos: películas tan puramente comerciales como “Los renglones torcidos de Dios” no son pasaporte de premios para sus intérpretes. Los prejuicios hacia el cine de género juegan en contra de Lennie y corre el riesgo de que esta candidatura sea percibida como una extravagancia que termine igual que otras rarezas previas en esta categoría como la Inma Cuesta de “3 bodas de más” o Belén Rueda en “Los ojos de Julia”. Además, ya sufrió en sus carnes recientemente el vacío de la Academia, cuando fue ignorada por completo en los Goya de 2018, pese a ofrecer ¡cuatro! de las interpretaciones más destacadas del año.

VICKY LUENGO, por Suro

1ª nominación

A favor: Está en ese momento estelar en el que por fin fructifica el esfuerzo de años de trabajo, habiéndose convertido en un rostro cada vez más habitual en nuestro audiovisual y sobre todo, en un valor seguro interpretativo. En “Suro” está brillante como mujer fuerte y decidida que abandona su confort de urbanita para iniciar una nueva vida en el campo. Vicky está magnífica en su derroche de garra y naturalidad desde el comienzo en la discoteca; su risa resuena en nuestra cabeza tras escucharla. También borda ese cierto aire autosuficiente y malicioso de la que se siente en una posición de superioridad como heredera de la masía. En pequeños detalles de su interpretación, como sus diálogos en francés con el joven inmigrante que su marido no entiende, Luengo transmite esa posición dominante por encima de su marido y ayuda a entender cómo su relación se desquebraja. Todo el poder de una interpretación se condensa en ese baile final que no deja indiferente a ningún espectador, donde vemos a una Vicky Luengo desatada y disfrutando al máximo. En el último lustro los Goya han perdido a la hora de premiar su tradicional recelo hacia las interpretaciones en lenguas cooficiales otorgando premios a interpretaciones en catalán (Verdaguer, Cusí), euskera (López Arnaiz, Sagardoy) o gallego (Benedicta Sánchez).

En contra: Luengo fue la gran sorpresa de las nominaciones y ha logrado la proeza de estar presente entre las candidatas a los Goya sin conseguir nominación en Forqué, CEC, Feroz ni Unión de Actores. Ninguna actriz ha logrado el Goya jamás sin la presencia en al menos uno de estos precursores. Además, su personaje puede resultar algo irritante y durante buena parte del metraje queda en el olvido en beneficio del encarnado por su compañero Pol López.

JAVIER CASTAÑEDA

Un comentario

  1. Me ha gustado mucho este texto (enhorabuena), especialmente el dedicado a Vicky Luengo y también el que refiere a Bárbara Lennie.

    Es un quinteto estupendo, todas las interpretaciones son muy buenas, pero también hay que reconocer que se han quedado fuera estupendos trabajos. Especialmente el de Noemie Merlant, pero también el de una pletórica Penélope Cruz en Competencia oficial y el difícil y logrado trabajo de Ángela Molina en La piedad.

    De las nominadas es difícil resistirse a la honestidad de Laia Costa, pero Marina Foïs está brutal. Anna Castillo se consagra en su primer papel verdaderamente adulto y Vicky Luengo se estrena en los Goya con un personaje lleno de aristas y del que sale airosa. Me parece difícil imaginar una mejor Alice Gould que Bárbara Lennie, solo me chirría cuando me chirría la película de Oriol Paulo, pero es muy disfrutable verla en pantalla.

    Ganará: Laia Costa.
    Merece ganar: Laia Costa.
    Echo de menos a: principalmente me hubiera gustado ver competir a Ángela Molina, pero también me parece que están estupendas Cruz y Merlant. De todos modos, creo que el quinteto se ha quedado muy bien, tal y como está, no sabría dejar fuera a ninguna de las cinco.

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