Pros y contras Goya 2023 – Mejor Actor Protagonista

La categoría de actor protagonista se presenta como una de las más apasionantes de la noche. A diferencia del año pasado, cuando no había Goya más claro que el que recibiría Javier Bardem, en esta edición es uno de los premios interpretativos más abiertos. Nacho Sánchez, como ganador del Feroz, y Denis Ménochet, como vencedor del Forqué, parecen ser los favoritos y el duelo por la estatuilla se presenta igualadísimo. Pero tampoco se puede descartar a Miguel Herrán, tras haber callado muchas bocas con su trabajo en Modelo 77. Repasamos a continuación los pros y los contras de los candidatos a Mejor Actor.

JAVIER GUTIÉRREZ, por Modelo 77

6ª nominación / 2 Goyas

A favor: Sabe otorgar la serenidad y madurez de un actor de su categoría. A través de su encarnación de Pino, ese preso intelectual desencantado que devora relatos para escapar de la realidad, consigue darle un toque filosófico y humano acorde al mensaje de la película. El ejercicio de contención que lleva a cabo para trasladar el desengaño de su personaje muestra su generosidad y su deseo de primar la película sobre su lucimiento personal.

En contra: La sombra del fraude de categoría sobrevuela sobre su candidatura, con una dudosa elección como principal pese a que ni siquiera cuenta con protagonismo absoluto en sus escenas. Su exagerada caracterización ejerce como distracción más que como apoyo. Además, es un personaje algo críptico al comienzo del filme, que no siempre resulta fácil de entender.

MIGUEL HERRÁN, por Modelo 77

2ª nominación / 1 Goya

A favor: Ha logrado vencer todos los prejuicios hacia su trabajo con una interpretación sólida, que no cae en la sobreactuación a la que se podría prestar y con la que se echa a los hombros la trama. Transmite el sentido de justicia de su personaje en pro de los derechos a alcanzar en la recién estrenada democracia gracias a su indudable carisma y logra conectar con Gutiérrez con una química contagiosa. Su tesón y dedicación le llevan a protagonizar escenas muy duras de violencia, siendo víctima de maltratos y vejaciones en la prisión y que le obligan a un importante esfuerzo físico.

En contra: Pese a su esfuerzo indudable, cuesta ver a Herrán como actor con dos Goyas en su haber. La fortaleza de la película reside en el contexto político y su trascendencia como denuncia de los agujeros de la Ley de Amnistía, perdiendo interés en la historia personal de su personaje.

DENIS MÉNOCHET, por As Bestas

1ª nominación

A favor: Está estupendo en el retrato de su Antoine, víctima del acoso al que se ve sometido por sus vecinos por sus firmes convicciones. La seguridad de aquél que siente que tiene razón en sus demandas, que exhibe en escenas como la de la visita de un nuevo heredero de las tierras, se combina con la impotencia al ser objeto de un acoso permanente, como cuando se sumerge desesperado en el pozo que riega su huerto. Ya sea en momentos más pausados (esa partida de dominó en la que su rostro refleja su desconfianza y alerta) o en los más iracundos (el enfrentamiento a sus vecinos cámara en mano tras el envenenamiento de los tomates), Ménochet se muestra absolutamente humano y logra que el espectador sufra junto a él. En el famoso duelo dialéctico que se produce en el bar transmite con vehemencia las razones de su personaje y su voz refleja su tormento y exasperación. Ha logrado el Forqué al mejor actor, principal precursor de los Goya que ha anticipado el ganador en esta categoría nueve de los últimos once años. Además, Sorogoyen ya ha llevado en el pasado a dos de sus actores protagonistas a ganar en esta categoría (Álamo y De la Torre).

En contra: Pese a su buen hacer, el suyo no es uno de los trabajos que uno ve como carne de premios tras ver la película, en gran parte por ese Luis Zahera inmenso que eclipsa a todo aquel con el que comparta escena. Además, es conocida la afición de la Academia española a nominar actores extranjeros para que asistan a la gala, pero sin premiarlos nunca. Solamente dos intérpretes franceses han sido nominados en los Goya anteriormente (Jean Rochefort y Juliette Binoche) y, cómo no, ambos se fueron de vacío.

NACHO SÁNCHEZ, por Mantícora

2ª nominación / 0 Goyas

A favor: Los enormes ojos de Sánchez, cargados de expresividad, son su arma infalible para adentrarse en el corazón del votante. A través de su mirada triste y desvalida deja entrever el dilema que esconde su personaje. Nacho Sánchez confirma el talento que ya se intuía en sus interesantes trabajos en “Diecisiete” y “El arte de volver” y alcanza un nivel interpretativo altísimo. Produce escalofríos verle sufriendo un ataque de ansiedad que estremece por su veracidad, o sobresaltado en el momento en que contempla cómo un niño ha reflejado de forma inconsciente su verdadera naturaleza. Sánchez logra transmitir de forma magistral la compleja psique de su personaje en cada mínimo gesto y entonación, de forma que pronto entendemos que aun sin hablar está suplicando ayuda. La vulnerabilidad que transmite en ese “yo no he hecho nada malo a nadie” que apenas acierta a pronunciar en esa reunión en su empresa, se nos queda muy adentro y nos hace reflexionar acerca de si estamos siendo injustos con él. No hay interpretación más arriesgada este año que la suya, protagonizando la escena de masturbación más perturbadora que hemos visto en mucho tiempo. Frente a las opciones clásicas que tradicionalmente copan esta categoría, donde cinco actores llevan repartiéndose las nominaciones durante veinte años, el premio a Sánchez supondría una perfecta elección para renovar el panorama actoral y dejar paso a otra generación que está esperando poder emerger.

En contra: Su turbio personaje esconde una retorcida personalidad ante la que es difícil no sentir rechazo. El tema que aborda la película tiene la consideración de tabú entre la sociedad y su incomodidad no facilita que los académicos quieran visibilizarlo a través de reconocimiento público.

LUIS TOSAR, por En los márgenes

10ª nominación / 3 Goyas

A favor: Cuenta con el papel más humano de los candidatos, como activista dispuesto a hacer todo lo posible por evitar que una madre pierda la custodia de su hija. Tosar es infalible y transmite veracidad en todo momento, logrando que nos caiga bien un hombre tan caótico como marido y como padrastro. Su idealismo y su abnegación actúan como forma de remover conciencias y Tosar sabe encontrar el tono perfecto para el drama impidiendo que su historia llegue al folletín en el que caen el resto de historias. Logra una complicidad con Cristian Checa que depara los mejores momentos de la película y un juego con la recurrente frase “padre/padrastro” insertada para acabar tocando la fibra del espectador.

En contra: Ya tiene tres Goyas en su vitrina, todos ellos por interpretaciones que ya son historia del cine español y en las que formaba parte de cintas ganadoras de mejor película. Agrandar ese palmarés con un cuarto cabezón es algo que requiere un trabajo mucho más incontestable. Su personaje parece demasiado romantizado en el guion y no siempre resultan creíbles los sacrificios personales que asume. La ópera prima de Juan Diego Botto ha sido muy criticada por su obviedad y falta de sutileza, frente a las aclamadas películas en las que participan sus rivales.

JAVIER CASTAÑEDA

2 comentarios

  1. Es cierto que parece un duelo entre Sánchez y Menochet que proporcionará uno de los momentos más emocionantes de la noche.
    Puede ser la primera vez que gane un actor extranjero,o al menos de habla no hispana,
    Personalmente preferiría a Nacho

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  2. Este año es la categoría interpretativa más floja, en mi opinión. Había competencia, pero de los nominados me gustan especialmente dos (Sánchez y Menochet), otro me parece que está bien (Herrán) y los otros dos, si por mí fuese, ni siquiera los hubiese nominado.

    Los otras dos plazas para mí serían Benoît Magimel y, especialmente Nahuel Pérez Biscayart, ambos merecían la candidatura.

    Ménochet está muy bien, y creo que puede ganar, aunque la categoría está más abierta que otras. Tiene el Forqué + CEC + pelicula del año, además Nacho Sánchez no es un nombre tan fuerte para que el votante medio lo quiera reivindicar, y la película despierta más recelo y rechazo del que merece (por su temática, e injustamente pues su tratamiento es finísimo, en mi opinión). Pero también creo que Nacho Sánchez merece y puede ganar. Desde otro punto de vista, Mantícora fue una de las sorpresas agradales de las candidaturas y esta es su única baza real, y además, Ménochet está muy bien, pero en la primera parte de As bestas queda eclipsado por Zahera. Después Marina Foïs toma el protagonismo y al final queda más en un limbo que sobrevolando en la memoria del espectador.

    Ganará: Denis Ménochet.
    Debería ganar: Nacho Sánchez.
    Echo de menos a: Nahuel Pérez Biscayart y Benoît Magimel.

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