Continuamos repasando las nominaciones de los próximos Premios Goya, adentrándonos en la categoría de Mejor actor de reparto. Al igual que en la categoría equivalente femenina, hay un favorito claro en forma de la impactante interpretación de Luis Zahera. ¿Hay posibilidad de que Ramón Barea logre dar la sorpresa? Repasamos los pros y los contras del quinteto de candidatos.

DIEGO ANIDO, por As Bestas

1ª nominación

A favor: El suyo es uno de esos casos en que llegas a preguntarte durante el visionado si estarás viendo a un actor o a un auténtico lugareño de la Galicia profunda. Anido borda ese personaje de pocas luces y su interpretación es tan impulsiva que logra el mérito de despertar los instintos más básicos en el espectador. En escenas como la que se ofrece a llevar Denis Ménochet en coche después de que se haya quedado varado en la carretera vemos por primera vez su lado más rastrero y su risa nos da grima. La visión de su rostro y su mirada distraída al otro lado de la ventanilla en esa escena nocturna en el coche hace que nos recorra un escalofrío. Y el momento en que se acerca a Marie Colomb nos pone alerta temiendo lo peor, ya que ha logrado provocarnos repugnancia. Su premio supondría un reconocimiento al inmenso talento actoral que permanece en nuestro país escondido a la espera de recibir una oportunidad de demostrar su buen hacer.

En contra: El hecho de competir en la categoría de reparto en vez de en revelación elimina casi por completo sus opciones de llevarse el cabezón a casa. Su personaje se mantiene siempre a la sombra del de su hermano y la arrolladora y más lucida interpretación de Luis Zahera ha provocado que todas las atenciones de los premios se centren en éste.

RAMÓN BAREA, por Cinco lobitos

1ª nominación

A favor: Es el único representante de su película entre los dobletes de As Bestas y Modelo 77, por lo que la división de voto puede jugar a su favor. En los últimos siete años ha habido ocho casos en los que una película coló a más de un intérprete nominado dentro de una misma categoría. Ninguna de esas veces la nominación múltiple se materializó en premio. En “Cinco lobitos” asume un papel entrañable de padre imperfecto, que no esconde su lado más gruñón (quejándose por unos garbanzos sosos) ni su vertiente más arisca (esa mirada que hiela dirigida al antiguo amante de su mujer). La ilusión que trasluce en sus ojillos mientras proyecta el vídeo que ha preparado con tanto esmero va directa al corazón. Y ante esa pregunta que formula a su mujer e hija tras el visionado de las cintas con una timidez casi adolescente (“¿Lo pongo otra vez?), solo podemos contestar a gritos que sí: siempre queremos ver a Ramón Barea.

En contra: Pese a ser uno de los secundarios imprescindibles del cine español, nunca antes había sido reconocido por la Academia, incluso con trabajos tan nominables como los de “Negociador” o “La boda de Rosa”, lo que puede ser una señal de que tiene menos adeptos entre los votantes que varios de sus rivales. Los precursores de la temporada de premios tampoco se están acordando de su Koldo. El hecho de ser una película que gira por completo en torno a la maternidad hace que la atención se centre más en sus compañeras femeninas de reparto, que parten con ventaja de cara a la entrega de premios.

JESÚS CARROZA, por Modelo 77

2ª nominación / 1 Goya

A favor: El tándem perfecto que forma con Alberto Rodríguez ya le deparó un Goya a mejor actor revelación por “7 vírgenes” y este mismo año ha logrado un Forqué por su colaboración televisiva con el director sevillano en su episodio de “Apagón”. En “Modelo 77” demuestra nuevamente ser todo un prodigio de naturalidad y carisma, y una capacidad innata para robar cada escena en la que aparece. Además, se lleva de calle la simpatía del espectador, con un personaje que derrocha sentido del humor y que resulta cercano y entrañable. Es uno de los personajes más positivos de la película por su compañerismo y la amistad que forja con el personaje de Miguel Herrán se convierte en uno de los puntos álgidos de la película.

En contra: Da la sensación de que le harían falta un par de escenas más para tener opciones al Goya. La brevedad de su personaje provoca que apenas dé tiempo a desarrollarlo, frente a unos competidores de “As Bestas” y “Cinco lobitos” magníficamente descritos. Además, parece extendida la injusta crítica de su falta de versatilidad y de que siempre hace papeles similares.

FERNANDO TEJERO, por Modelo 77

3ª nominación / 1 Goya

A favor: No es la primera vez que consigue una nominación por sorpresa, como aquella candidatura inesperada que logró hace años con “Fuera de carta”, lo que da una idea de lo querido que es dentro de la Academia. Aquí asume un registro diferente al que nos tiene acostumbrados, en un corte dramático. Posiblemente en el mejor trabajo de su carrera, llega a dar miedo con un personaje tan siniestro como su Marbella. Los villanos siempre son muy agradecidos a efectos de premios, como bien puede atestiguar Eduard Fernández, que tuvo que interpretar al perverso Millán Astray para lograr otro Goya tras siete nominaciones fallidas.

En contra: Su personaje no termina de funcionar dentro de la película, con un final tan abrupto que llega a desconcertar. El carácter conflictivo de Tejero, con reacciones tan injustificables como sus comentarios ofensivos en Twitter hacia usuarios que opinaban sobre su trabajo, no le ayudan a ganar simpatías. Las estadísticas tampoco están de su parte: es el único del quinteto de nominados que no fue nominado por los Feroz. Ningún actor en toda la Historia consiguió el Goya en esta categoría sin haber sido nominado previamente por la Asociación de Informadores Cinematográficos.

LUIS ZAHERA, por As Bestas

2ª nominación / 1 Goya

A favor: Su Xan ha entrado por derecho propio en la galería de personajes emblemáticos de la historia del cine español. No le hace falta levantar la voz para convertirse en una presencia intimidante que genera un mal rollo permanente en cualquier escena en la que aparece. En la memorable secuencia del bar, es capaz de expresar su desazón y resentimiento hacia el extranjero con un tono pausado y tranquilo. Pero también sus ojos hablan por sí mismos y en la dureza de su mirada también notamos una tristeza infinita de aquél al que se le escapa la única oportunidad de cambiar su vida. Cuando confiesa que es desgraciado o cuando escupe ese “olemos a mierda”, increíblemente llegamos a sentir cierta compasión hacia un personaje tan desagradable. Tras su desatado personaje de “El reino”, se confirma que Sorogoyen sabe explotar todo su potencial y su nueva colaboración le consolida como una auténtica bestia parda de la interpretación. En momentos como el encuentro en la gasolinera, resulta terrorífico y repulsivo: en ese instante en que escupe a Ménochet nos hace sentir verdadero desprecio. Su apabullante trabajo es el reflejo de la tensión y violencia soterrada que empapa la película. El drástico cambio de tono de “As Bestas” en el tercer acto de la película no termina de convencer a muchos espectadores; en gran parte, por el inmenso vacío que provoca la desaparición de su personaje.

En contra: Ganar dos Goyas de interpretación masculina con dos nominaciones no deja de ser una rareza; algo que sólo Emilio Gutiérrez Caba y Karra Elejalde han conseguido a lo largo de la Historia. Su Goya por “El reino” puede provocar que aquellos académicos partidarios de repartir y saldar deudas pendientes consideren que Zahera ya ha sido reconocido recientemente y optar por la alternativa Barea.

JAVIER CASTAÑEDA