Queda apenas una semana para que la gala de los Goya cierre un año de ensueño para nuestro cine, en el que la calidad de la cosecha de películas ha estado a un nivel magnífico. Desde Cinespain comenzamos un repaso a las categorías de nuestros premios principales analizando pros y contras de l@s nominad@s. Empezamos por mejor actriz de reparto, una categoría que siempre nos gusta particularmente, y que cuenta con Susi Sánchez como favoritísima a hacerse con la victoria.

ÁNGELA CERVANTES, por La maternal

2ª nominación / 0 Goyas

A favor: Una autenticidad desbordante en su encarnación de madre bruta y vulgar que ve cómo su hija repite los mismos errores que cometió ella en el pasado. Pese a ser una interpretación breve, logra transmitir la inmadurez y las carencias afectivas de su personaje, descuidando el cuidado que su hija necesita. El rol de madre de la rebelde adolescente protagonista ya dio un Goya el año pasado a Nora Navas en esta misma categoría. Los momentos musicales bien insertados siempre son una forma infalible de tocar la fibra de los votantes y este año no hay ninguno más memorable que esa secuencia al ritmo de Estopa en la que madre e hija vuelven a sentirse felices a través del baile. La complicidad que logra con Carla Quílez traspasa la pantalla.

En contra: Para una actriz que debutó en cines el año pasado, puede que un Goya en una categoría fuera de revelación sea demasiado. El trabajo de Cervantes no ha recibido toda la atención que cabría esperar, al haber quedado algo eclipsado ante la sorprendente irrupción de Carla Quílez. Su papel también acaba dejando un regusto agridulce: es más corto de lo que prometía y podía haber sido explorado con más profundidad en el guion.  

MARIE COLOMB, por As Bestas

1ª nominación

A favor: Su escena en la cocina, en la que discute con su madre y deja traslucir la incomprensión que le provoca que ésta no abandone la aldea, es uno de los momentos más recordados de “As Bestas”. A lo largo de los ocho intensos minutos que dura la conversación, Colomb muestra un amplio catálogo de emociones, comenzando con un tono de súplica que va dando paso a una rabia interiorizada que sale a la superficie hasta llegar a un monumental enfado. Su interpretación, breve pero destacada, cuenta con otro momento de lucimiento: cuando es abordada por el siniestro pueblerino que encarna Diego Anido y su rictus refleja auténtico terror. El reto interpretativo de Colomb se manifiesta en la muy diferente forma en que mira a su madre según evoluciona la película, hasta llegar a la admiración. En el último encuentro entre madre e hija en la estación de autobuses se respira emoción y dolor.

En contra: Si los Goya son tradicionalmente reacios a las interpretaciones extranjeras, la categoría de actriz de reparto es especialmente complicada para actrices foráneas, con Sigourney Weaver y Geraldine Chaplin como únicas nominadas en estas 36 ediciones previas. Que “As Bestas” sea la favorita de la noche no es ninguna ventaja aquí, dado que es una categoría que los académicos suelen utilizar como premio de consolación para otras cintas del año: en la última década sólo una de las ganadoras a mejor película se alzó también con el premio a actriz de reparto. Quién sabe lo que habría podido pasar con Colomb si hubiera competido en actriz revelación, la que era su categoría natural

PENÉLOPE CRUZ, por En los márgenes

14ª nominación / 3 Goyas

A favor: Logra despojarse de todo su glamour poniendo rostro y voz a una madre de familia a punto de ser desahuciada por no poder pagar la hipoteca, volviendo a demostrar por qué es una de las grandes. Aporta una dignidad tremenda a un personaje prototípico sobre el guion y eleva sus escenas gracias a su potencial dramático. Su instinto por saber aprovechar los momentos de lucimiento hace que saque lo mejor de sí misma en ese cara a cara con su marido Juan Diego Botto: Penélope derrocha garra y se come absolutamente a su compañero de escena. Su ausencia de las candidatas a los premios Feroz paradójicamente puede beneficiarla: en los últimos seis años, 3 actrices se alzaron con el premio en esta categoría sin haber sido nominadas por la AICE (Suárez, Yuste y Navas). Premiar a Cruz supondría un reconocimiento a los miles de personas que han experimentado el drama de perder su hogar frente a los abusos bancarios y un gesto de denuncia social por parte de la Academia.

En contra: Si no logró ganar el año pasado compitiendo con una interpretación merecedora de la Copa Volpi y nominada al Oscar, difícilmente lo logrará con una nominación que ha sido bastante contestada como ésta. El hecho de que no lograra la candidatura en actriz protagonista con un papel tan brillante como su chispeante y alocada directora de “Competencia oficial” puede ser una pista más de que las opciones de Penélope cotizan a la baja. Además, puede que algunos votantes no olviden el feo de que su inclusión en esta categoría enterró las opciones de su compañera Adelfa Calvo, pese a su estremecedor trabajo.

CARMEN MACHI, por Cerdita

3ª nominación / 1 Goya

A favor: El Goya sería la culminación a un 2022 donde no ha parado de trabajar, estrenando ¡6 películas! Su ritmo frenético da buena muestra de que es una actriz incombustible y plenamente valorada por el sector. Es la única interpretación con toques cómicos del quinteto, lo que puede suponer un alivio para los votantes entre tanto drama intenso. En la película de Carlota Pereda afronta un rol naturalista en el que atrae la atención del espectador incluso en gestos mundanos como quitarse pelos de la barbilla con unas pinzas. Nos conquista su carácter cuando grita a su hija mandándola a la carnicería o enfrentándose a la Guardia Civil. Suyo es uno de los grandes momentos de la película, cuando pone a dieta a su hija y exclama con esa mala leche tan característica: “a mí no me llaman cerda”.

En contra: Su acento extremeño no termina de sonarnos natural, y su tono interpretativo chirría en contraste con el resto del reparto, pareciendo a veces estar en una película distinta. El género de la película, un slasher con aires costumbristas, no es el más propicio precisamente para los premios interpretativos. En el pasado solamente la Geraldine Chaplin de “El orfanato” y la Pilar López de Ayala de “Intruders” lograron la nominación en esta categoría participando en películas de terror y ambas terminaron derrotadas.

SUSI SÁNCHEZ, por Cinco lobitos

3ª nominación / 1 Goya

A favor: El suyo es un recital de los que hacen época. Pese a su origen valenciano, sabe transmitir a la perfección la personalidad de una matriarca del norte, de fuerte carácter y conjugando rudeza y nobleza. Ella se encarga de pronunciar frases que al instante asociamos a nuestras madres con una naturalidad desbordante (ese sarcástico “pues Nadie habla inglés”) y un cariño escondido tras una capa de dureza. Pero también brilla en momentos en los que no necesita hablar. En la escena en la que su marido se arranca con ese “Txoria txori” dedicándole la canción delante de su cuadrilla, consigue mostrar con una economía de gestos asombrosa la incomodidad que siente al ser el centro de atención y cómo se ve removida. La última actriz nominada en esta categoría que llegó a la gala con la Biznaga del Festival de Málaga bajo el brazo (la Nathalie Poza de “La boda de Rosa”) acabó llevándose el cabezón. Susi tiene varias de las frases más contundentes para conseguir que su trabajo se quede en la memoria del votante. Nunca una confesión de infidelidad nos produjo tanta amargura (“estaba muy sola, Amaia. Y casada también, sí”). Y nunca un consejo maternal nos llegó tan hondo como el que ella expresa a su hija con la sabiduría propia de la edad: “todas esas vidas que no vives son siempre perfectas. Pero en algún momento hay que vivir la vida que te ha tocado, hija”. En la veracidad de Sánchez está una interpretación memorable.

En contra: El enorme peso de su personaje dentro de la historia, con muchos más minutos de metraje que sus rivales, puede hacer dudar a algunos de que ésta sea la categoría correcta y si no sería más justo que Susi compitiera como protagonista. El posible enfado por un fraude de categoría es lo único que podría impedir que Sánchez se llevara un Goya que hace muchos meses que lleva escrito su nombre.

JAVIER CASTAÑEDA